En 1962 al contemplar la urgente necesidad tanto espiritual como material del pueblo que nos rodeaba, nos hicimos la pregunta: ¿Cómo podemos expresar el amor de Cristo a un pueblo tan necesitado?.
Por supuesto, que al principio parecía ser una tarea difícil, había muchas necesidades sin respuestas. Fue en ese momento que Dios puso en nuestro corazón el ministerio de Colegios Cristianos, con todas las limitaciones del caso iniciamos la labor apenas con 81 alumnos.
No teníamos recursos económicos, ni tampoco construcciones adecuadas, ni el personal cristiano preparado para este gran reto; sin embargo poco a poco, el Señor fue proveyendo lo necesario para que se pudiera cumplir este ministerio que daría respuesta a la necesidad del pueblo a largo plazo. Una de las primeras lecciones que aprendimos en ese inicio fue el hecho de que no debemos despreciar las cosas pequeñas, que debemos de emplear lo que el Señor pone en nuestras manos y esperar que Él lo multiplique como lo hizo con los panes y los peces en el Nuevo Testamento.
Cada paso que tomamos por fe, el Señor en su misericordia suplía lo necesario para poder salir triunfantes en este ministerio. En los siguientes años comenzamos a construir escuelas e iglesias en zonas marginales de San Salvador y otros países de Latinoamérica, incrementando el número de niños a quienes se les daba la oportunidad de escapar de una vida de pobreza y desesperación, el Liceo Cristiano “Reverendo Juan Bueno” fue fundado el 4 de febrero de 1963 por el Reverendo Juan Bueno, misionero norteamericano quien llegó a El Salvador con su esposa Loida en 1961.
Inició sus actividades con 81 alumnos y muchas limitaciones, pero Dios respaldó la visión que ha venido a dar respuesta a la necesidad de muchos niños y jóvenes salvadoreños.